Los Juegos Florales como parte de nuestra historia.
En días pasados, celebramos los LXIV Juegos Florales en nuestra institución. Este evento es en honor a la Inmaculada Virgen María y es para nosotros uno de los más importantes no solo a nivel colegio, sino a nivel Congregación.
Los JUEGOS FLORALES, son reminiscencias de los
torneos de Armas que se celebraban en la Edad Media, en los cuales, un adalid
famoso retaba a los campeones regionales que iban luchando con él, uno a uno, con la lanza y con la espada. Si lo
vencían, el vencedor tomaba su lugar…. y así sucesivamente hasta que quedaba uno
triunfante. Este, tenía el derecho de coronar a su dama, a la vez que recibía
como premio una flor, una medalla, un pergamino o una banda sobre su armadura
reluciente o en la cimera del casco.
Y
cada año se convoca a toda comunidad a participar en los Juegos Florales, para honrar
a esta Dama, a la Virgen María, a nuestra buena Madre e intercesora, compañera
en nuestro camino y defensora en todos nuestros avatares. Y lo hacemos con
admiración y afecto mediante esta justa de amor y poesía, con ilusión y entrega
y como homenaje de gratitud.
Ahora les queremos compartir un poco de su historia para que se unan a ese cariño especial que tenemos por esta celebración
JUEGOS
FLORALES

El
mantenedor del torneo, solía ser un valiente y hábil campeón, era el que
lanzaba el reto, arrojando el guante a la liza, invitando a los adalides que
quisieran competir.
A
principios del siglo XIV, en Francia, la espada y la lanza se cambiaron por
obras literarias, ya en prosa o en verso, siendo el primer lugar donde se
celebraron estos torneos literarios, la Ciudad de Tolosa. De allí pasaron a
España, y en los albores del siglo XV, estos juegos Florales poéticos
comenzaron a celebrarse, no en honor de una dama, sino en homenaje a la Reina
del cielo y de la tierra; la Virgen María Inmaculada.
Aproximadamente
a partir del año 1943, nuestra Congregación, inserta en las esferas culturales
de Aguascalientes, conoció los Juegos Florales, composiciones hermosas en las
que lucían sus dotes literarias los más destacados poetas de la localidad, es
en entonces que la Hna. Luisa Cazorla traslada esta hermosa lid, al primer
Colegio de nuestra Congregación, el Instituto La Paz, para dedicar lo mejor de
nuestro afecto a la Inmaculada Virgen María, y desde hace 75 años, en los
Colegios de la Congregación impulsamos el afecto y la literatura para decirle a
María que ella es nuestra Madre querida y nuestra intercesora.

Autora. Hna. Guillermina Arroyo López.
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