LA SANTISIMA VIRGEN DE ZAPOPAN


Colaboración especial para el Colegio Victoria.
Misioneras Hijas de la Purísima Virgen María


Por el Dr. Abel Campirano
Jurista, Académico y Escritor.


                La Santísima Virgen de Zapopan, es una de las imágenes mas veneradas de México y su devoción traspasa fronteras.


                Traída  de Pátzcuaro por Fray Antonio de Segovia en 1530, esta pequeña imagen de 39 centímetros de altura, hecha de pasta de caña de maíz, recibe en su Santuario miles de visitas de peregrinos procedentes de muchas partes y millones de personas la acompañan en su recorrido de regreso de la Ciudad de Guadalajara hacia Zapopan cada 12 de octubre.

                Desde el Siglo XVI hasta nuestros días, la fe Mariana se desborda hacia la Virgen de la Expectación, conocida también como La Generala, La Evangelizadora, La Taumaturga, La Pacificadora, La Protectora contra tempestades y epidemias.

                Una réplica de la imagen de la Santísima Virgen de Zapopan, llamada La Virgen Peregrina, es la que año tras año recorre más de 200 templos y parroquias de Guadalajara, Tlaquepaque y Zapopan, así como el Seminario Diocesano y la Ciudad de Chapala, donde se dice que gracias a su intervención el Lago conservó su vaso lacustre en un período en que podía irse en automóvil o caminando hasta la Isla de los Alacranes allá por los años 50.

                La imagen original sustituye el 11 de octubre a la Virgen Peregrina y preside en la víspera de su retorno a su Santuario, la celebración de la misa del refrendo, en donde precisamente se refrenda su Patronato sobre la Arquidiócesis de Guadalajara y es custodiada y velada toda la noche, ya que al día siguiente, 12 de octubre a las seis de la mañana emprende su viaje de retorno a su Santuario vitoreada por las multitudes entre rezos y cánticos de alegría y alabanza.

                La imagen posee una corona de oro con incrustaciones de esmeraldas, perlas y diamantes; un cetro de Reina que tiene rubíes y diamantes, un bastón de mando también de oro y una espada que se le entregó cuando fue designada como Generala del Ejército Trigarante en el año 1821, y como se trata de una Virgen Encinta tiene un relicario con la imagen del Niño Jesús y va montada sobre un pedestal de Plata y por supuesto lleva las llaves que simbolizan el Patronato de Guadalajara; sus atavíos son extremadamente hermosos, generalmente un manto azul marino y rojo obscuro fileteado con hilos de oro.



                La Virgen de Zapopan, es llamada también La Pacificadora porque durante la Guerra del Mixtón, el Virrey Antonio de Mendoza tenía sitiados a los Indios Caxcanes y a punto de iniciarse una verdadera Matanza, el Padre Fray Antonio de Segovia que había traído en sus peregrinares esa pequeña imagen, acompañado de otro Fraile de nombre Fray Miguel de Bolonia, subieron al Cerro del Mixtón para dialogar con los indígenas instándolos a la paz, y subiendo a ese Cerro solamente con un Crucifijo, un Devocionario y desde luego la Imagen de la Purísima Concepción es su primigenia advocación.

                Operó el milagro y pudo concluir la guerra en contra de los Indios y se recobró la Paz porque lograron conmover el corazón curtido e indomable de los férreos defensores de sus tierras y se pudo avanzar en el proceso de Evangelización en el Occidente del País.

                Cada 12 de octubre, el fervor Zapopano inunda las calles de Guadalajara, y millones de fieles vamos acompañando en el fin de su periplo anual a la Venerada imagen de NS de Zapopan en su regreso a su Santuario.

                La intervención de la Venerada Imagen en el proceso de pacificaciòn de la Guerra del Mixtón es un hecho irrefutable; esta Guerra fué la consecuencia de la mas grande rebelión indígena de la época colonial, como la considera el Doctor en Historia por la UNAM y catedrático de la Universidad de Guadalajara Jaime Olveda Legaspi.

                Guillermo Aguado Trejo un Historiador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, afirma que la Guerra del Mixtón se originó por los abusos cometidos por la expedición del conquistador Nuño Beltrán de Guzmán y la explotación a la que eran sometidos los indígenas bajo el sistema de la Encomienda, reconocida legalmente en la Ley I, Título 5 Libro VI de la Recopilación de Indias, cita que hace este historiador en su interesante y bien documentado trabajo intitulado La Guerra del Mixtón elaborado para la Universidad Poblana mencionada


                Hay que recordar que la Conquista de México fue obra y Gracia de Carlos I de España nieto de Fernando el Católico que le encomendó a Hernán Cortés que llevara a cabo una obra monumental para dotar a la Corona Esañola de la gran riqueza de las tierras recién descubiertas por Colón en 1492 y de donde se seguraba que el oro y los metales preciosos se daban en abundancia.

                Precisamente las Encomiendas fueron la base de la riqueza de los conquistadores y descansaban sobre el principio de la esclavitud que tenía su origen en la edad media y su antecedente remoto en la época romana con la existencia de La Clientela.

                De esta manera el abuso de la encomienda, como institución regulada por el derecho español y que permitía que los indígenas sometidos reducidos a la esclavitud prestaran sus servicios forzados para beneficio de la corona española y desde luego contaban con el auspicio del Rey tanto para la conquista de América como de Filipinas.

                El sometimiento forzado es ciertamente una garantía de rebeliones y así lo asentaron en sus crónicas y denuncias tanto Fray Antonio de Montesinos como Fray Bartolomé de las Casas, hasta que finalmente en 1512 se promulgaron las Leyes de Burgos que pretendieron el trato justo con retribución equitativa a los indígenas.

                Los Mexicas, los Tlaxcaltecas y los Chichimecas fueron de los pueblos que mas férrea resistencia opusieron a los conquistadores y evangelizadores, y en el occidente de México, el episodio de la Guera del Mixtón fue uno de los más relevantes en la Historia de la Conquista y su relevancia no obedece solo a la cuestión bélica propiamente dicha, sino porque en esa dualidad de conquista con sangre y por otro lado la Evangelización llevada a cabo por los Misioneros, en plena lucha con los Caxcanes, un pueblo que junto con los Zacatecos y los Tecuexes no dieron su brazo a torcer frente a abuso español, la voz de la paz, la concordia y la predicación basada en el convencimiento y no en la fuerza, trajo como consecuencia un cambio en la escenografía de la conquista del occidente de México y las armas cedieron el paso a la Palabra de Dios, a la paz y protagonista principal siempre fué la Santìsima Virgen María.

               
Fray Antonio de Segovia, Fray Miguel de Bolonia y Fray Angel de Valencia, operaron el milagro de llevar la paz a los territorios del Mixtón, gracias a una pequeña imagen, literalmente hablando porque apenas llega a los 39 centímetros de alura, que representa a Nuestra Señora de la Concepción, permitió que en esas tierras fundadas por el Encomendero Francisco Bobadilla se recuperara la paz y que lo que no pudo realizar ni el mismísimo Virrey Don Antonio de Mendoza, ni Cristobal de Oñate, lo lograra la pequeñita imagen de la ahora Virgen de Zapopan doblando las férreas voluntades de Tenamaxtli el caudillo de los caxcanes en Nochistlán, Pantecatl el caudillo en la zona de Jalpa y los cabecillas del cañón de Juchipila.


                 Independientemente de la crencia religiosa que se profese, la Historia de la Virgen de Zapopan, La Romería y la Guerra del Mixtón, están estrechamente relacionadas y reunen las condicionantes mas apasionantes para la investigación acerca de nuestros origenes y naturaleza, algo que hemos perdido de vista por nuestros quehaceres cotidianos y sumidos en el tedio y la costumbre.

                Sobre el tema hay mucha bibliografía; aparte de la señalada en este comentario, encontramos la obra de Miguel León Portilla intitulada Francisco Tenamaxtli editado por El Colegio de Michoacán, la magnifica Historia de Jalisco del Dr. José María Muriá, la Historia de Jalisco de Don Luis Pérez Verdía y los diversos ensayos y monografías que han elaborado eminentes estudiosos del tema como mi querido y siempre amigo el R.P. Armando González Escoto, Doctor en Historia y apasionado como yo de la Historia de la Virgen de Zapopan.

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