Decálogo para el mes de Noviembre


10 DECÁLOGO PARA EL MES DE NOVIEMBRE
  1.-Recuerda a todos aquellos que se han marchado hacia la casa del Padre. No dejes de visitar, en estas semanas, el camposanto. Te ayudará a relativizar muchas cosas de tu vida y, sobre todo, a tener sed de eternidad. “El alma es un vaso que solo se llena con eternidad.”(Amado Nervo)
2.- Profundiza en el sentido de tu vida. Elige lecturas que, además de entretenimiento, te aporten optimismo y serenidad, profundidad y conocimiento. Lo menos frecuente en este mundo es vivir. “La mayoría de la gente existe, eso es todo “.Oscar Wilde
3. Por ser el undécimo mes del año, piensa en 11 cosas buenas que vas a realizar en estos próximos días y, por otro lado, reflexiona en otras 11 que debieras de apartar de tu conducta, actitud o de tu forma de ser.” El mayor descubrimiento de la vida de una persona es que puede modificarla si cambia a mejor su actitud sobre ella” (Anónimo)
4.- Un 9 de noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín. ¿Qué tiene que desaparecer de tu existencia? ¿Qué otros muros te separan del amor de Dios y de los demás? Piénsalo. El mejor modo de resolver una dificultad es no tratar de soslayarla. (Noel Clarasó)
5.- Este mes es el día de Santa Cecilia. ¿Es tu vida armonía y paz? ¿Eres música afinada o, por el contrario, desentonas para mal allá donde te encuentras? “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo” Platón
6.- La vida es un tren que, muchas veces, pasa rápido. ¿Vives con intensidad tus días? ¿Das gloria a Dios por haberte dado la posibilidad de vivir? ¿Procuras otorgara a los demás momentos agradables? “A Dios le sobran propagandistas y le faltan testigos” (R. Trossero)
7.- No te conformes con aquello que ves. Aspira a realidades más altas. Que la espesura de un bosque no te impida ver el amplio horizonte que se esconde detrás de él. “El horizonte está en los ojos y no en la realidad” (A. Ganivet)
8.- Intensifica más tu oración personal. Frente a un mar de ruidos, el alma y hasta nuestras personas, se enriquecen y cobran fuerza con el silencio, la reflexión y la contemplación. “Cuando no puedes expresar tus oraciones, Dios escucha tu corazón” (P. Diario)
9.- No olvides que, tu historia, es también fruto del paso de otras personas por este mundo. No borres a tus antepasados. Da gracias a Dios porque, por ellos, fuiste bautizado e inmerso en la gran familia de la Iglesia. “Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que, constante y paciente, la sostiene en la sombra” (R. Tagore)
10.- El mes de noviembre, entre otras cosas, es el Día de la Iglesia Diocesana. Preocúpate un poco más por ella. Reza por tu obispo y por sus sacerdotes. Cada parroquia no es un ente aislado: su grandeza está en la comunión con toda la Iglesia. “La Iglesia es la caricia de Dios al mundo” (Juan Pablo II)

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